El Banco Central de Argentina registró un saldo neto comprador de $28,5 millones en su intervención en el mercado cambiario oficial el viernes pasado, pero cerró el mes de junio con un déficit de reservas de $681 millones. Con reservas netas negativas, los analistas auguran un panorama desalentador para julio y esperan que se tomen medidas para frenar la salida de divisas.

El stock de reservas internacionales brutas del Banco Central se situó en $30.784 millones, el nivel más bajo desde septiembre de 2016, lo que implica una caída de $2.229 millones este mes y de $13.804 millones en lo que va del año. Se espera que las reservas caigan por debajo de los $30.000 millones debido al pago de vencimientos al FMI por $2.700 millones.

El Gobierno realizará el pago al FMI utilizando DEGs (derechos especiales de giro) por $1.700 millones y yuanes del swap de monedas con el Banco Popular de China por los restantes $1.000 millones. Según los analistas, utilizar yuanes como forma de pago es un indicio del agotamiento de las reservas y de la falta de dólares.

La expectativa ahora está puesta en la negociación con el FMI y en la posibilidad de que se adelanten los desembolsos previstos para el resto del año, lo cual podría temporariamente recomponer las alicaídas reservas. Una comitiva de funcionarios encabezada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, viajará a Estados Unidos la próxima semana para definir los detalles del acuerdo.

Según la consultora 1816, luego del pago al FMI, las reservas netas caerán a -$5.200 millones y se proyecta que, incluso en el escenario de un acuerdo con el FMI, las reservas netas llegarán a mínimos históricos a fin de año, entre -$12.100 y -$15.000 millones.

Los analistas señalan que junio ha sido el peor mes en términos de drenaje de divisas en los años con restricciones cambiarias. El Banco Central cerró el mes con un déficit de $681 millones, acumulando un resultado negativo de alrededor de $2.800 millones en lo que va del año. La perspectiva para julio es aún más desalentadora, ya que se espera una mayor salida de divisas debido a factores estacionales.

Ante este panorama, los expertos especulan que en julio se adoptarán medidas más restrictivas, como la implementación de un “dólar soja 4” para frenar el drenaje de divisas e incentivar la liquidación de exportaciones del sector agropecuario. La comercialización de granos tiende a paralizarse en la segunda mitad del año, lo que históricamente ha llevado al Banco Central a ser vendedor de divisas en esa época.

En resumen, el Banco Central de Argentina cierra junio con un déficit de reservas de $681 millones y se esperan medidas para frenar la salida de divisas en julio. Las reservas netas se encuentran en niveles negativos y se proyecta que disminuyan.

En resumen, el Banco Central cerró el mes de junio con un saldo neto comprador de $28,5 millones en el mercado cambiario oficial, pero registró un rojo de $681 millones en el acumulado del mes. Las reservas internacionales brutas alcanzaron su nivel más bajo desde septiembre de 2016, ubicándose en $30.784 millones. Con un panorama desalentador para julio, los analistas pronostican medidas para frenar el drenaje de divisas.

El pago de vencimientos al FMI por $2.700 millones, realizado en la jornada de hoy, hizo que las reservas netas perforaran el umbral de $30.000 millones. El Gobierno optó por pagar $1.700 millones con DEGs y $1.000 millones con yuanes del swap de monedas con el Banco Popular de China. Esta decisión generó preocupación entre los analistas, quienes ven en ella un síntoma del agotamiento de las reservas en dólares.

Ahora, todas las expectativas están puestas en la negociación con el FMI y en la posibilidad de que se adelanten los desembolsos previstos para lo que resta del año. Una comitiva de funcionarios encabezada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, viajará a Estados Unidos para definir los detalles del acuerdo.

Según la consultora 1816, las reservas netas podrían caer a -$5.200 millones después del pago al FMI. Además, proyectan que las reservas netas alcanzarán mínimos históricos a fin de año, oscilando entre -$12.100 y -$15.000 millones, incluso asumiendo que se llegue a un acuerdo con el FMI.

En cuanto al mercado cambiario, el Banco Central acumuló ventas netas por $126 millones en la última semana de junio y terminó el mes con un saldo negativo de $681 millones. Los analistas destacan que este es el peor junio desde que existe el cepo cambiario y advierten que julio podría ser aún peor debido a factores estacionales y la reticencia de los productores agropecuarios a liquidar divisas.

Ante este panorama, se espera que en julio se adopten medidas más restrictivas, como la implementación de un dólar soja 4, con el objetivo de frenar la sangría de reservas y estimular la liquidación de divisas. Los especialistas señalan que el segundo semestre suele ser complicado en términos de acumulación de divisas por parte del Banco Central, por lo que no descartan que se realicen maniobras para aumentar la oferta de divisas.

En conclusión, la situación de las reservas internacionales y del mercado cambiario en Argentina es preocupante. Con reservas netas negativas y proyecciones desalentadoras para el resto del año, se espera que el Gobierno tome medidas para frenar el drenaje de divisas y buscar alternativas para aumentar la oferta de divisas en el país. El resultado de la negociación con el FMI será determinante en el futuro de las reservas y la estabilidad económica del país.