El gobernador Omar Perotti, quien planeaba replegarse en la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe para mantenerse como figura principal del peronismo provincial y buscar otro mandato en el futuro, se vio sorprendido por el inesperado giro de los acontecimientos. Agustín Rossi, su adversario político, fue nominado como candidato a vicepresidente en una fórmula de unidad con Sergio Massa, en un acuerdo respaldado por Cristina Kirchner y los gobernadores.
Rossi, quien previamente había perdido de manera contundente la interna en las elecciones intermedias de 2021 frente a Marcelo Lewandowski, respaldado por Perotti, ahora regresa a Santa Fe como candidato en la fórmula de unidad del peronismo, en un giro que solo puede compararse con el cine y la política.
El fracaso de Perotti en el peronismo santafesino lo excluye de la discusión nacional y lo deja fuera de juego. En Santa Fe, había surgido el rumor de una posible fórmula Scioli-Rossi para competir contra la fórmula Wado de Pedro-Manzur, lo cual preocupó a Perotti. Sin embargo, la realidad resultó ser aún peor: su adversario político terminó como candidato a vicepresidente en una fórmula que unifica a todo el peronismo. Debido a su incapacidad para liderar el peronismo santafesino, Perotti no tuvo voz en la discusión a nivel nacional.
Ante este nuevo escenario, Rossi no dudó y luchó hasta el último minuto para asegurar que su hombre de confianza, Germán Martínez, encabezara la lista de diputados por Santa Fe. Esto generó una dura disputa con Diego Giuliano, cercano a Massa y ministro de Transporte, quien también aspiraba a encabezar la lista. En contraste con otras provincias, Perotti no logró ubicar a ningún candidato en la lista de diputados nacionales de su distrito.
El gobernador experimentó un doble golpe con la abrupta caída de su imagen de gestión, con un rechazo que supera el 70%, y una disminuida influencia en el peronismo provincial, donde no pudo imponer ni siquiera un candidato para sucederlo. Tuvo que aceptar la postulación de Lewandowski después de haber bajado al diputado Roberto Mirabella, quien lo había acompañado a lo largo de su carrera política.
Mientras tanto, los gobernadores celebran eufóricos, ya que consideran que fueron determinantes para que Massa sea el candidato. La falta de poder y representación de Perotti en el territorio ha debilitado su posición de liderazgo en uno de los principales distritos electorales del país. Aislado de los encuentros de los gobernadores, quienes desesperadamente buscaban una fórmula única y competitiva detrás de la candidatura de Sergio Massa, Perotti no se pronunció sobre las candidaturas de Massa y Rossi, en contraste con el entusiasmo de sus colegas.
Con un Rossi empoderado, se cierra el capítulo en el proyecto de Perotti de mantenerse en la cúspide del peronismo santafesino. Su falta de influencia y su fracaso en la construcción de consensos lo relegan a un papel secundario en la discusión política nacional.
El escenario político en Santa Fe se ha transformado de manera drástica, con Agustín Rossi emergiendo como una figura relevante a nivel nacional. Su nominación como candidato a vicepresidente junto a Sergio Massa refuerza la estrategia de unidad del peronismo, respaldada por Cristina Kirchner y los gobernadores.
El peronismo, con sus particularidades y giros sorprendentes, muestra una vez más su capacidad de adaptación y supervivencia política. El camino hacia las elecciones se presenta desafiante, con nuevas alianzas y acuerdos que marcarán el rumbo del país.
Mientras tanto, Omar Perotti se ve relegado y deberá replantear su futuro político en Santa Fe. La derrota en la interna y su falta de incidencia en el peronismo provincial lo colocan en una posición incierta. El tiempo dirá si podrá recuperar terreno y volver a tener protagonismo en la política santafesina.
En conclusión, el peronismo continúa demostrando su capacidad de adaptación y su búsqueda de la unidad, dejando a Omar Perotti fuera de la discusión nacional y colocando a Agustín Rossi como un actor relevante en la contienda política. El escenario electoral se mantiene dinámico y promete emociones fuertes en los próximos meses.