Un estudio realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que Argentina es uno de los países de Latinoamérica con mayor consumo de drogas psicoactivas.
Según el estudio, el país cuenta con una “alta prevalencia de consumo de drogas” en comparación con otros países de la región, especialmente en el consumo y dependencia a la cocaína.
De esta forma, Argentina es el segundo en consumo de drogas psicoactivas, por detrás de Uruguay. En cuanto a la cocaína, se ubica segundo con el 1,67%; con la marihuana, está tercero con el 8,13%; y con el éxtasis, es el tercero con el 0.33%.
El estudio también advierte que en 2019, se estimó que alrededor del 3,08% de los argentinos (1.300.000 personas) padecía de trastornos de consumo de sustancias: cerca de 1.000.000 lo tenían con el alcohol, y 320.000 con drogas ilícitas.
Además, advierte que “desde principio de los años noventa, el consumo de drogas en Argentina ha aumentado de manera sostenida”. En ese sentido, el informe da cuenta que para 1999, 1 de cada 10 argentinos había consumido alguna sustancia en su vida; pero para 2017, la cifra casí se duplicó al 18,3%.
Por otro lado, señalan que “si bien el problema afecta a todos los sectores socioeconómicos, los más vulnerables tienden a acceder a drogas más baratas y de peor calidad, lo cual aumenta el riesgo de dependencia y para la salud”.
Silvia Alcántara, integrante de la agrupación Madres Contra el Paco, habló en Radio Rivadavia sobre esta problemática y manifestó que “es una preocupación muy grande” porque “no hay prevención”.
José «Pepe» Di Paola, referente de la organización «Curas Villeros» conversó esta mañana con Antonio Fernández Llorente en La 990 sobre la situación del narcotráfico y la venta de drogas en Rosario y precisó que «nosotros trabajamos el concepto de comunidad organizada, es decir, que todos podemos hacer algo». En esa línea hizo hincapié en … Sigue leyendo
“Después de la pandemia fue exponencial el modo en que ha crecido el consumo”, advirtió la mujer, quien dijo que el principal problema es que no hay campañas sobre sus consecuencias. “Se perdió la percepción de riesgo en los jóvenes”, enfatizó.
“Si los padres pudieran tener acceso a un tratamiento, la cosa seria distinta. Cualquier joven puede caer en el consumo, pero tendría que haber algo para que puedan salir”, recriminó.
Fuente: NEWSWEEK ARGENTINA