En una serie de frases lapidarias, Aníbal Fernández, quizá herido por encontrarse en la vereda opuesta a Cristina Kirchner, desliza un mensaje oculto para la vicepresidenta. Fernández afirma: “Me ha mandado a hacer todo tipo de trabajos y jamás dije que no”, “Nunca le saqué el cuerpo a hacer un trabajo por ella” y “Todos los trabajos que me ha pedido hacer, los he hecho”. Estas declaraciones revelan una relación laboral más allá de los puestos formales que Fernández ocupó durante su carrera política.
A lo largo de su trayectoria, Aníbal Fernández ha desempeñado 22 empleos públicos, siendo elegido por voto ciudadano en cinco de ellos. Sin embargo, en los otros 17 cargos, fue nombrado como funcionario en puestos no electivos principalmente por Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Aunque Fernández ocupó solo tres cargos durante el mandato de Cristina Kirchner, sus declaraciones sugieren que se refiere a tareas adicionales que la vicepresidenta le encomendó.
El mensaje implícito de Fernández es claro: ¿Realicé todo lo que me pediste todo este tiempo y ahora me acusas de estar involucrado en lo que tú llamas el Partido Judicial? Si bien no se especifican los trabajos mencionados, se han observado ejemplos concretos de Fernández realizando acciones más allá de sus funciones específicas para beneficiar directamente a Cristina Kirchner o su gobierno.
Entre estos casos, destaca la interrupción de la publicación de estadísticas de delitos durante su gestión como Ministro de Justicia y Seguridad en 2007. Además, durante su cargo como Secretario General de la Presidencia en 2015, se produjo un incendio en la Casa Rosada que afectó los servidores que almacenaban información sobre los años en que se negociaba el Pacto con Irán, denunciado por el fiscal Nisman. La información se perdió y Fernández negó su responsabilidad, mintiendo sobre la fecha del incendio y afirmando que no se había perdido ninguna información.
Estos episodios y otros desconocidos podrían ser parte de los “trabajos” a los que Fernández se refiere y que Cristina Kirchner conoce. La relación entre ambos parece basarse en una cuenta pendiente que solo la vicepresidenta comprende.