La inflación de mayo podría romper el piso del 8% establecido en abril, lo cual aliviaría la presión sobre las remarcaciones de junio. Según fuentes del equipo económico, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará este miércoles 14 un dato que respaldaría la estrategia del ministro Sergio Massa de intervenir en el mercado cambiario para frenar la corrida financiera y evitar una devaluación brusca que desencadenara un aumento descontrolado de los precios. Esta confirmación abriría dos puertas al ministro de Economía: el cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y su lanzamiento como candidato presidencial.
Las fuentes consultadas anticipan que la inflación de mayo estaría por debajo del 8%, lo que supondría una reducción de al menos 0,5% en comparación con el 8,4% registrado en abril. Los pronósticos promedio de las consultoras indicaban un aumento del IPC por encima del 9%, incluyendo el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central. Un dato relevante es que la inflación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue del 7,5% en mayo. Según una fuente oficial, esto se debe a que en abril se incluyó el impacto de la corrida cambiaria en las mediciones del INDEC, mientras que las mediciones privadas no reflejaron ese efecto.
La baja inflación respaldaría la estrategia del ministro Massa y su intervención en el mercado cambiario para estabilizar la economía. Esto adquiere especial relevancia en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, ya que el sorprendente índice de mayo, estimado en un 7,8%, serviría para demostrar los efectos perjudiciales de la falta de intervención en el mercado. El equipo técnico del ministro presentará gráficos en Washington que ilustran el pico inflacionario durante la corrida cambiaria de abril, el cual se ha reducido con las medidas tomadas para vender dólares en el mercado secundario.
En las reuniones con el FMI, el equipo liderado por el viceministro Gabriel Rubinstein ha avanzado considerablemente en la redefinición de metas y desembolsos. Existe la posibilidad de un acuerdo técnico esta misma semana, quedando pendiente la firma política que realizará el propio ministro después del 20 de junio, tras la puesta en funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner. El acuerdo permitirá una salida política a las dificultades en el repago de la deuda argentina generadas por la sequía. Se espera el adelanto de desembolsos de este año y del 2024, así como el permiso para utilizar reservas en intervenciones durante procesos electorales.
La baja inflación también fortalece la figura de Sergio Massa como candidato presidencial. Aunque las remarcaciones continúan afectando el poder adquisitivo de la población, la capacidad de gestionar la crisis de precios le otorga un valor adicional al ministro. El Frente Renovador busca que Massa sea el candidato más competitivo para
representar al oficialismo en las elecciones, lo que implicaría el renunciamiento de Daniel Scioli y otros precandidatos presidenciales para evitar la dispersión de votos. Con la confirmación de una baja inflación en mayo, el equipo de Massa busca reforzar su reclamo de candidato único y posicionarlo como el más votado en las próximas elecciones primarias.
La inflación se ha convertido en la principal preocupación de la población, según muestran las encuestas y análisis del equipo económico. Es por ello que Massa ha incluido el tema como parte de su agenda de debate durante el congreso del Frente Renovador, buscando demostrar su capacidad de gestión frente a la crisis de precios, a pesar de las persistentes remarcaciones. Si el INDEC ratifica la disminución en comparación con abril, Massa podrá respaldar aún más su reclamo de ser el candidato único, consolidando su figura en medio de las crisis económicas reiteradas.
En resumen, la posible baja en la inflación respalda la estrategia económica del ministro Sergio Massa, fortaleciendo su posición para el cierre del acuerdo con el FMI y su lanzamiento como candidato presidencial. Además, esta disminución de la inflación otorga un valor electoral adicional al ministro, posicionándolo como un candidato competitivo y potencialmente el más votado en las elecciones. Sin embargo, es importante destacar que la preocupación por la inflación persiste y seguirá siendo un desafío clave para el próximo gobierno.