El Gobierno de Ucrania ha denunciado que las fuerzas rusas han volado una presa en la provincia de Donetsk del este de Ucrania, con el objetivo de dificultar la contraofensiva militar del ejército ucraniano para recuperar los territorios ocupados. Según el portavoz del ejército ucraniano para la región de Tavria, Valeri Shershen, esta acción ha provocado inundaciones en ambas orillas del río Mokri Yaly.
Aunque la destrucción de la presa no ha afectado a las operaciones ofensivas de Ucrania en la zona, aún se desconocen las consecuencias ecológicas y humanitarias de este acto. El portavoz militar ucraniano ha señalado que los ocupantes recurrieron a esta táctica para ralentizar el avance de las Fuerzas Armadas ucranianas, destruyendo la infraestructura hidroeléctrica en el río Mokri Yaly, cerca de la ciudad de Zaporiyia.
Paralelamente, representantes de la Corte Penal Internacional (CPI) han visitado la provincia de Jersón en el sur de Ucrania para investigar la voladura de una central hidroeléctrica y una presa en el territorio ocupado por Rusia. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha anunciado que la Fiscalía ucraniana había solicitado formalmente a la CPI que investigara la destrucción de la infraestructura, y ha confirmado que el trabajo de investigación ha comenzado, refiriéndose a la destrucción de la Central Hidroeléctrica de Nueva Kajovka.
En otro contexto, el presidente Zelenski ha informado que 95 soldados ucranianos han sido devueltos a través de un intercambio de prisioneros. En un mensaje en redes sociales, Zelenski expresó su compromiso de no dejar a nadie de Ucrania en cautiverio y agradeció a los soldados responsables del intercambio. Hasta la fecha, un total de 2.526 ucranianos han sido devueltos desde el 24 de febrero del año anterior, según el presidente ucraniano. Las autoridades continúan buscando y trabajando para traer de vuelta a todos los efectivos.