Lo único que se sabe hasta el momento de la estrategia de seguridad nacional es que tiene 37 páginas, que hubo disputas al respecto y que se ha pospuesto varias veces. Quizá el 14 de junio de 2023 se sepa más.
“La seguridad de la libertad de nuestras vidas”
El canciller alemán, Olaf Scholz, la definió como “la seguridad de la libertad en nuestras vidas”. Según el diputado del SPD del Bundestag Johannes Arlt, “a la seguridad pertenecen muchas cosas: desde política educativa y de salud hasta política ambiental, nutricional y financiera”. Arlt, anteriormente comandante en la Bundeswehr, concluye en una entrevista con DW: “Tenemos muchas áreas y dimensiones de seguridad con las que debemos que lidiar cuando hablamos de seguridad en general“.
Según el diputado de la CSU del Bundestag Thomas Erndl, “si observamos la situación de amenazas, las amenazas híbridas, las cadenas de suministro, las dependencias, incluso en el campo de los medicamentos, está claro que necesitamos un enfoque holístico y encontrar respuestas”.
“Gobierno no está de acuerdo en cuestiones clave”
El político de la oposición Erndl menciona que dicha estrategia se ha pospuesto repetidamente: “El Gobierno no está de acuerdo en cuestiones clave”, dice.
Quizás el Gobierno de coalición, formado por los socialdemócratas del SPD, Los Verdes y el partido liberal FDP, así como el Ministerio de Asunto Exteriores, responsable de desarrollar la estrategia, no deberían haberse presionado tanto desde el principio.
Después de todo, es un proceso complejo con muchos participantes, explica Antonia Witt, de la Hessian Foundation for Peace and Conflict Research (PRIF): “Esto requiere un proceso amplio de entendimiento dentro del Gobierno, pero también con la población y con expertos sobre los desafíos de seguridad, sobre qué escenarios de amenaza podemos esperar en el futuro, qué medidas adaptaría Alemania y qué objetivos de política de seguridad existen. Y ese es un proceso político muy, muy importante”. Y como la estrategia afecta a todos los ámbitos de la política, “también tiene que abarcar muchos temas políticamente controvertidos”, dice la politóloga, lo que provoca retrasos y discusiones.
El 2 por ciento a gastos militares
Según información de la agencia de noticias Reuters, algunos de los temas más debatidos fueron la exportación de armas y la seguridad cibernética. Pero también está la cuestión de si se incluirá en la estrategia de seguridad el objetivo de destinar un 2 por ciento del presupuesto a gastos militares, como pide la OTAN.
“Estaba la cuestión de si debería haber un equilibrio directo entre los gastos militares y no militares”, explica la politóloga Witt. “Si por cada euro que se gasta militarmente, también se debe invertir un euro en medidas no militares”.
Sin Consejo de Seguridad Nacional
El plan de crear un Consejo de Seguridad Nacional fue enterrado hace mucho tiempo. Un organismo así podría haber servido como visagra de coordinación para encontrar respuestas interdepartamentales a crisis y desafíos. También “porque hay discrepancias sobre dónde debería estar ubicado este Consejo de Seguridad Nacional”, sospecha Antonia Witt.
Por su parte, Artl, el parlamentario del SPD, pide comprensión. Él tiene otra explicación para los problemas en el desarrollo de la estrategia de seguridad: “No tenemos una cultura estratégica. Dejamos los temas estratégicos a la OTAN durante los últimos 70 años. Teníamos documentos con conceptos, pero nunca una estrategia. Esto es algo nuevo para nosotros y es una transformación que toma tiempo”. (rmr/ms)