Itaú Unibanco, uno de los principales grupos financieros de América Latina, ha anunciado oficialmente su decisión de abandonar sus negocios en Argentina y ha iniciado negociaciones con el Banco Macro para llevar a cabo esta transición. Esta determinación agrega un nuevo eslabón a la creciente cadena de empresas multinacionales que en los últimos años han optado por dejar el país.
A pesar de su sólida posición en América Latina, donde tiene presencia destacada en Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, Itaú no ha logrado alcanzar sus objetivos en Argentina y no ha resultado ser una plaza rentable. A nivel global, Itaú cuenta con activos superiores a los 500.000 millones de dólares, mientras que su filial argentina representaba solo el 0,16% de su negocio. Además, la filial argentina ha reportado pérdidas significativas en los últimos años, pasando de ganancias de 2.186 millones de pesos en 2020 a pérdidas de 782 millones en 2021 y 3.165 millones en 2022.
Esta no es la primera vez que Itaú toma la decisión de desinvertir en Argentina. En junio del año pasado, la empresa sorprendió al anunciar el cierre de Ank, una inversión fintech de bajo costo para un grupo financiero de su envergadura. Estos movimientos demuestran claramente el interés de Itaú en salir del mercado argentino.
Itaú se suma así a la extensa lista de empresas multinacionales que han abandonado Argentina en los últimos años debido a la inestabilidad económica y las dificultades en el entorno empresarial. Algunos ejemplos destacados incluyen Enel, Edding, Dr. Martens, Alicorp, Bradesco, Eli Lilly, Walmart, Falabella, Latam, Air New Zealand, Qatar Airways, Norwegian, BASF, Axalta, Raizen Gas y PPG.
El éxodo de estas compañías ha sido impulsado por diversos factores, como la inflación, la inestabilidad regulatoria y la falta de un clima de negocios favorable. Estos casos reflejan la preocupación de las empresas multinacionales por operar en Argentina y plantean desafíos para el país en términos de atracción de inversiones y desarrollo económico.