La expectativa previa al discurso de Cristina Kirchner generó diversas reacciones en el ámbito político. Algunos lo miraban con desprecio o rechazo, mientras que otros esperaban señales políticas sobre el armado electoral del Frente de Todos. Faltando menos de 30 días para la presentación de las listas ante la justicia electoral, el gobierno aún no ha dado indicios sobre su candidato a la presidencia. Solo se sabe que la vicepresidenta y el presidente Alberto Fernández no se postularán. Para la oposición, la estrategia adoptada por el oficialismo no es indiferente. A pesar de tener confianza en su propio enfoque, son conscientes de que el juego aún está en marcha.
Sin embargo, el discurso careció de definiciones y detalles concretos. Kirchner habló durante una hora, centrándose en lo que consideró hitos de su propia gestión y la de Néstor Kirchner. Apuntó contra Mauricio Macri y mencionó indirectamente a Javier Milei. Lanzó ataques verbales contra la oposición en general y criticó al FMI y al Poder Judicial. Ante la pregunta sobre el discurso, un miembro del equipo de Bullrich lo desestimó, diciendo: “Es el pasado”. Dentro de Juntos por el Cambio (JxC), hay opiniones encontradas sobre el discurso y su papel en la próxima contienda electoral. “Ella elegirá al candidato a dedo, y cuanto más kirchnerista sea, mejor para Patricia”, analizó un líder bonaerense cercano a Bullrich, una de las aspirantes presidenciales del PRO. Aquellos cercanos a la exministra de Seguridad creen que si el candidato del oficialismo está asociado al perfil de la expresidenta, “podemos sacar ventaja”. Sin embargo, el mundo político de Horacio Rodríguez Larreta ve las cosas de manera diferente. El jefe de gobierno de Buenos Aires no tiene intención de tender puentes con el kirchnerismo, a pesar de su retórica de buscar un “consenso amplio”. Sin embargo, su estrategia es evitar el enfrentamiento con la vicepresidenta, así como con Milei, quien suele criticar al larretismo.
“Horacio no atacará a nadie. Nos mantendremos enfocados en nuestras propuestas, sin responder a Patricia, Alberto ni a nadie más”, enfatizó un asesor político del equipo de Larreta. Sin embargo, esta semana Larreta respondió al presidente. Fernández relacionó al jefe de gobierno con la muerte de René Favaloro. Larreta consideró que fue “un acto despreciable”. Su equipo de campaña trató de minimizar el incidente, describiéndolo como una respuesta genuina de Larreta ante un límite cruzado por Fernández.
A pesar de la estrategia de no confrontación, el equipo de Larreta también cree que un candidato kirchnerista del oficialismo podría beneficiar las posibilidades presidenciales del jefe de gobierno. “El kirchnerismo siempre será un límite para nosotros”, argumentan en el búnker de Larreta.