Muchas empresas extranjeras siguen haciendo negocios en Rusia como si la guerra de Ucrania no existiera. Las razones son diversas. Las que deciden retirarse se enfrentan a un procedimiento largo y difícil
Cuando el primer McDonalds abrió sus puertas en Moscú en enero de 1990, todo fueron prisas por ir a más. Pero lo que entonces se veía como un viento de cambio tras la Guerra Fría hoy se ha convertido en una tormenta que, para muchos, toma un rumbo claro: el de salir del país.
Y es que Rusia ha empezado a poner bajo su control a las empresas extranjeras. Según informa la agencia estatal de noticias Tass, la Agencia Federal Rusa para la Gestión de la Propiedad Estatal (Rosimushchestvo) ha decidido que gestionará ella misma las distintas empresas en función de su importancia para la economía rusa.
Así, en casos como los del importador alemán de gas natural nacionalizado, Uniper —con su filial rusa de centrales eléctricas Unipro—, y de la empresa finlandesa de servicios públicos Fortum Oyj, esto no significa directamente la expropiación, sino que a partir de ahora las decisiones de gestión las tomará Rosimushchestvo.
Algunas empresas que en un principio querían permanecer en Rusia —y que adujeron diversas razones para ello— han decidido ahora, más de un año después de la invasión a gran escala de Ucrania, retirar sus participaciones en Rusia. Pero resulta que, para las empresas, abandonar este país no es tan fácil como pueda parecer.
Para empezar, ha de solventarse una compleja cuestión financiera: las empresas occidentales deben vender sus participaciones en activos rusos con un descuento del 50 %, según una nueva decisión, además de pagar el 10 % de un “impuesto voluntario de salida” al presupuesto ruso.
Con este dinero, según el portavoz del Gobierno, Dmitry Peskov, Rusia quiere constituir un fondo de compensación en respuesta a “la expropiación ilegal de activos rusos en el extranjero”. Cabe recordar que La Unión Europea ha impuesto a Rusia sanciones individuales selectivas, sanciones económicas y distintas medidas en materia de visados, además de las sanciones vigentes desde 2014