Por qué la condena por abuso sexual contra Trump le favorece en las elecciones de 2024

Un jurado de Manhattan declaró ayer al ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpable de abusar sexualmente e intimidar a la escritora E.Jean Carroll. Los hechos se remontan a la década de los 90, cuando el magnate la violó en unos grandes almacenes. (Según el testimonio de la columnista ante el juez, Trump la metió a la fuerza en un probador: “Estaba extremadamente confundida. Yo le empujaba, estaba demasiado asustada. Metió sus dedos en mi vagina, fue extremadamente doloroso. Después, su pene. Me hizo incapaz de volver a tener nunca una relación”). Trump ha sido condenado a pagar una indemnización de 5 millones de dólares pero, a pesar de la gravedad de las acusaciones, es poco probable que tenga consecuencias en su (segunda) carrera hacia la presidencia. De hecho, puede que suceda lo contrario. Que lo haga aún más popular.

¿Puede presentarse a las elecciones a pesar de la condena?

Para empezar, ni siquiera es la primera vez que la justicia señala a Trump. Hace dos meses, el fiscal de distrito de Manhattan acusó a Trump por el pago de sumas millonarias a una estrella porno para comprar su silencio. Y ya entonces, la respuesta fue unánime. No hay ningún impedimento en la Constitución para que un delincuente se postule para un cargo. Así de fácil, así de duro. Según la norma suprema (artículo II, Sección 1ª, apartado 5), toda aquella persona que tenga al menos 35 años, sea estadounidense y haya residido en el país los últimos 14 puede postularse para presidente. En teoría, cada estado podría poner límites para excluir a determinados candidatos en elecciones locales, pero no federales. Eso, por cierto, también abriría la puerta a que una persona por ejemplo gravemente enferma o con problemas mentales se pudiera presentar.

¿Y qué pasa si Trump acaba en la cárcel?

El caso de Carroll – la única mujer que ha logrado llevar a juicio al ex presidente por sus abusos sexuales, de entre más de una docena de denuncias expresadas por varias mujeres contra él en los últimos años – ha discurrido por la vía civil y no penal, por lo que Trump no se arriesgaba a pena de cárcel.

Sin embargo, sí es cierto que no es el único frente abierto contra Trump. Como recordábamos antes, el pasado marzo, Trump fue imputado por sobornar a la actriz porno Stormy Daniels -era la primera vez que un ex presidente era acusado, ahí sí, de haber cometido un delito-. Pero es que además, el republicano también está siendo investigado por sus intentos de revertir su derrota en las elecciones de 2020 en el estado de Georgia, por su presunta implicación en el asalto al Capitolio en enero de 2021 y por su mala custodia de documentos clasificados que fueron extraídos de la Casa Blanca.

¿Y si alguno de esos casos acaba con Trump entre rejas? ¿Tampoco eso frenaría su carrera a la Casa Blanca?

Por extraño que parezca, no. Nada dicen los requisitos legales sobre mandatarios o candidatos encarcelados. Y en ello están de acuerdo los numerosos expertos legales consultados por los medios de comunicación en EEUU. Además es que existe un precedente. Hace un siglo, el socialista Eugene V. Debs recibió casi un millón de votos mientras estaba en prisión, donde cumplía sentencia por instar a la gente a resistir el reclutamiento de la Primera Guerra Mundial. El porcentaje de votos que obtuvo no le configuró como un candidato con posibilidades. Pero era 1920 y no existía internet. Si Trump acabara en la cárcel en 2023 y decidiera utilizar el altavoz de las redes sociales para relatar su experiencia – una materia en la que es experto- ¿Cuántos votos obtendría?

Otra curiosidad. Joseph Maldonado-Passage, más conocido como ‘Joe Exotic’, el protagonista de la serie de Netflix ‘Tiger King’, actualmente en la cárcel por haber ordenado matar a la dueña de otro zoológico y por haber matado él mismo a cinco tigres, quiere presentarse a las elecciones de 2024 y según ‘Politico’, está preparando su candidatura presidencial desde un centro médico para reclusos en Texas.

¿Y no podría retirarse por la presión o las críticas políticas?

Ahora sí entramos de lleno en la cuestión. Esta condena -como casi todos los escándalos que rodean a Trump- no le perjudica, sino que le catapulta. Como recordaba hoy el periodista David Smith en ‘The Guardian’, tras la condena, los demócratas no han salido en masa a llevarse las manos a la cabeza ni a pedir que Trump se retire de las primarias republicana. Y, como apuntaba Michelle Cottle hoy en The New York Times, resulta sorprendente que nadie se plantee en EEUU tratarle de forma distinta ahora que está condenado. Este miércoles por la noche Trump va a participar en un evento organizado por la CNN (su antigua archienemiga y que, después de años de ignorar al republicano, ahora trata de acercarse a él porque sabe que es sinónimo de buenos datos de audiencia). “¿Vamos realmente a tratarle otra vez como un candidato normal? ¿Cómo puede la CNN y otros medios justificar darle un megáfono desde el que puede degradar el panorama político? ¿Es que no hemos aprendido nada en los últimos 8 años?”, se preguntaba Cottle.

Es pronto aún para saberlo, quedan muchos meses por delante y ni siquiera está definida la lista de aspirantes en los dos grandes partidos. Pero, según una encuesta del diario The Washington Post y la cadena de televisión ABC, de hace sólo tres días, Donald Trumpadelanta a Joe Biden por siete puntos. Y, entre aspirantes republicanos, Trump adelantaría hasta en 36 puntos a Ron DeSantis, el único otro gran aspirante en ese bando (quien no ha anunciado oficialmente su candidatura; algo que se espera que haga en los próximos días).

Para gran parte del electorado en EEUU, los escándalos de Trump le invalidan como candidato (y aun más como presidente). Pero muchos otros no lo ven así – y ambos bandos, además, están cada vez más distanciados- y creen que sus múltiples problemas con la justicia son parte de una especie de conspiración para impedirle acceder a la Casa Blanca. La famosa “caza de brujas” que a la que el mismo Trump aludió ayer tras conocerse el veredicto que lo acusaba de abusos sexuales contra la escritora E.Jean Carroll. Algo de lo que él mismo, seguramente, hablará en horario de máxima audiencia, hoy, en la CNN. Así que parafereando a Michelle Cottle, tal vez no hayamos aprendido nada en 8 años.

Fuente: El Mundo: España.

Tags

Compartir post