La pena de muerte continúa siendo una mancha en el récord de Irán, con un alarmante número de ejecuciones en lo que va del año. Según el grupo Iran Human Rights con sede en Oslo, el número de ejecuciones en Irán ha aumentado a 203 desde principios de 2023. El lunes 8 de mayo, en medio de los disturbios y las crecientes ejecuciones, Irán ejecutó a dos hombres condenados por blasfemia por supuestamente atentar contra la mitología y la religión islámica del profeta Mahoma.
Los dos hombres, Yousef Mehrdad y Sadrollah Fazeli, que desde su arresto permanecían aislados en sus celdas sin contacto con sus familias, fueron ahorcados. Según informó la agencia de noticias Mizan, perteneciente al Poder Judicial de Irán, la justicia iraní había condenado a Mehrdad y Fazeli en mayo de 2020 por ser supuestamente responsables de una red que distribuía contenidos contra el islam, insultaba al profeta Mahoma y promovía el ateísmo en la república islámica teocrática basada en los principios religiosos del islam chi. Utilizaban la popular aplicación de mensajes Telegram bajo un canal llamado Crítica de la superstición y la religión para repudiar e injuriar la religión. Supuestamente los ahorcados, tildados de “quemadores del Corán”, tenían en su haber documentales que mostraban al libro sagrado del islam en llamas.
Si bien los hombres provocaron al régimen fanático, la pena de muerte por diversas creencias religiosas es reminiscente de las inquisiciones cristianas y no debería tener lugar en el siglo XXI. La agencia de noticias Mizan indicó que no publicó los insultos contra el islam que cometieron los dos ejecutados debido a su “extrema fealdad y vulgaridad”. Sin embargo, esto parece ser una mera táctica para ocultar la infundada naturaleza de las penas de muerte ordenadas por Irán.
Irán es uno de los principales países en número de ejecuciones, con 246 de ellas en 2021 y 582 personas, según lo estimado por Iran Human Rights, lo que lo coloca como el segundo país mayor verdugo del mundo. Aunque las ejecuciones por blasfemia siguen siendo excepcionales, en casos anteriores las autoridades han reducido las sentencias.
El caso del futbolista iraní Amir Nasr Azadani en medio del Mundial de Qatar de 2022 despertó las alarmas del mundo. Inicialmente sentenciado a pena de muerte por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad, fue condenado a 26 años de cárcel después de que asociaciones de futbolistas y medios internacionales reclamaran por su vida. Irán debe dejar de mancharse las manos de sangre y poner fin a la práctica inhumana de la pena de muerte.