El sábado pasado, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, se reunió en la Quinta de Olivos con su reducido círculo de confianza para discutir las opciones políticas que le quedan. La reunión continuó la discusión del sábado anterior, y asistieron su mano derecha, Santiago Cafiero, Julio Vitobello, Aníbal Fernández y Alberto Pérez, hombre de confianza de Daniel Scioli. Agustín Rossi no participó en la reunión debido a su participación en el cierre de listas en Santa Fe, aunque estuvo al tanto de la discusión.

Durante la reunión, el presidente propuso presentar una lista en las primarias, y se acordó que la fórmula más competitiva que podrían aspirar era una integrada por Daniel Scioli y Juan Manzur, según una fuente del gobierno que habló con LPO. Sin embargo, la apuesta tendrá que esperar al resultado de las elecciones de gobernador de Tucumán del próximo domingo, donde Manzur compite como vicegobernador. Si el peronismo perdiera la provincia, Manzur quedaría fuera del camino. A pesar de que en la intimidad el gobernador vaticina una victoria, en el peronismo tucumano registran una bronca creciente de la gente por la inflación, que podría traducirse en un castigo electoral.

Si Manzur gana por más de 10 puntos, “buscará meterse de nuevo en la discusión nacional, con la bandera que hay un peronismo ganador del interior que no estamos viendo”, se razona en Olivos. Si ese escenario se produce, habrá que ver hasta qué punto se subordina a los planes de Alberto, con el que ha tenido una relación más que zigzagueante. Si se retiene Tucumán por una diferencia ajustada de menos de 5 puntos, también habrá que ver hasta qué punto quiere arriesgarse a una derrota nacional, cuando podría recalar con tranquilidad en el Senado.

En Olivos también se acordó impulsar a Victoria Tolosa Paz como candidata a gobernadora y que Aníbal Fernández encabece la boleta de senador nacional, previendo una posible confrontación por esa candidatura con Cristina Kirchner. La opción de llevar a Aníbal Fernández surgió luego que Gabriel Katopodis rechazara la oferta para que sea él quien encabece la boleta al Senado por la provincia de Buenos Aires. También se acordó lograr retener el apoyo del Movimiento Evita de Emilio Pérsico y que la CGT de los gordos, que ahora está con Massa, regrese a ese armado.

El posible armado del kirchnerismo y el rol electoral del ministro de Economía fue parte del debate. “Cristina va a armar”, fue la primera conclusión. Cafiero buscó tranquilizar al afirmar que Sergio Massa, a quien ven como el rival más duro, no será el candidato. “Si Sergio se queda es rehén nuestro. Si renuncia será el responsable de cualquier crisis que tengamos. Hoy es un rehén sin movimiento político”, concluyó Cafiero.