Los chilenos están votando hoy para elegir a los redactores de una nueva Constitución en un segundo proceso constituyente en el país desde el retorno de la democracia en 1990, luego de la dictadura de Augusto Pinochet. Más de 15 millones de chilenos están habilitados para votar en esta elección, en la que se elegirán 50 consejeros constitucionales para redactar la nueva carta magna a partir de un anteproyecto que está escribiendo la Comisión de Expertos, compuesta por 24 personas elegidas por ambas cámaras legislativas. La elección de hoy también estará marcada por el principio de paridad de género, por lo que 25 consejeros serán mujeres y la otra mitad hombres. El presidente Gabriel Boric, quien votó hoy en su ciudad natal de Punta Arenas, dijo que “esta vez no hay margen de error” y que el país tiene una oportunidad histórica para avanzar hacia un país desarrollado e inclusivo. Se espera una alta concurrencia a las urnas, a pesar del menor interés ciudadano en comparación con el anterior proceso constituyente.

El contexto de este artículo es Chile, donde se llevó a cabo una elección para elegir a los 50 consejeros constitucionales que redactarán una nueva Constitución. Esta elección fue obligatoria y se espera una alta concurrencia a las urnas. La elección estuvo marcada por el principio de paridad de género y se eligió a 25 consejeros mujeres y 25 hombres. También se eligió un candidato independiente y dos candidatos para escaños reservados para pueblos originarios.

La redacción del texto de la nueva Constitución se realizará a partir de un anteproyecto que está escribiendo una comisión de expertos compuesta por 24 personas elegidas por ambas cámaras legislativas. El Consejo Constitucional elegido comenzará sus funciones el 7 de junio y tendrá hasta el 7 de noviembre para redactar el texto constitucional, que será votado en un plebiscito de carácter vinculante.

Cabe destacar que Chile ya tuvo una experiencia reciente de redacción de una nueva Constitución, la cual fue redactada por una Convención Constituyente elegida en 2021 y aprobada por la ciudadanía en un plebiscito. Sin embargo, el texto fue rechazado en un segundo plebiscito en 2022, lo que generó un fuerte revés para el presidente Boric, quien había defendido el texto como propio.