Mauricio Macri, el ex presidente de Argentina, ha regresado de su viaje a República Dominicana y se ha puesto en acción esta semana. Tiene previstas reuniones para pacificar la interna del PRO y ayudar a ordenar la oferta electoral opositora. En su agenda hay marcado un encuentro con Horacio Rodríguez Larreta, con quien tuvo diferencias por la convocatoria a elecciones concurrentes en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque en su entorno aseguran que no se le ha pasado el enojo, se encuentra obsesionado en resolver la pelea porteña y no perder en su bastión electoral.

Además, Macri tiene previsto reunirse con Federico Angelini, el flamante titular del PRO, quien ya reemplazó a Patricia Bullrich por los próximos 90 días. En el temario que se fijaron, la interna de CABA ocupa un primerísimo plano, pero también están preocupados por el ascenso en las encuestas de Javier Milei, líder libertario, quien según una encuestadora de confianza tiene una intención de voto del 28% en el partido bonaerense de Merlo, apenas 7 puntos menos que el Frente de Todos, mientras que Juntos por el Cambio llega al 25%. En algunas provincias, como Salta y Santa Fe, Milei supera a JxC en intención de voto.

La combinación de la disputa sin fin en el PRO y el crecimiento de Milei podría convertirse en una pesadilla electoral para la coalición opositora, que está preocupada por el estancamiento o descenso de la marca Juntos por el Cambio. Por esta razón, los presidentes de los partidos de JxC se reunirán este martes para hablar acerca de cómo afianzar la unidad o sellar una tregua y evitar una fuga de votos. Además, buscarán avanzar hacia una foto de todos los candidatos presidenciales del espacio, incluyendo a sus economistas, que trabajan por separado como si fueran de fracciones enemigas.